música: "Café de los Maestros", por dentro
¿Te acordás, hermano, qué tiempos aquellos?
Gustavo Santaolalla formó un lujoso seleccionado de tangueros, con el que grabó un disco doble. Además, se realizará un filme y en diciembre, un concierto en el Colón. "Clarín" reunió a los músicos en exclusiva.
Mariano del Mazo
"¿Cómo te va Mores?" "¿Cómo te va querido, tanto tiempo?", responde Mariano y le da un beso. Cuando Mores queda solo con el cronista pregunta: "¿Quién era?". "Osvaldo Requena". Mores apenas dice "qué bárbaro" y ya está en otra cosa.
Son las doce del mediodía del martes y en la Confitería La Ideal algunas parejas bailan Vida mía de Osvaldo Fresedo. La sensación térmica debe andar por los siete, ocho grados y los tangueros de Café de los maestros convocados por Clarín van cayendo con sus sobretodos integrándose con elegancia y naturalidad a la arquitectura barroco-francesa de La Ideal.
Café de los maestros es la nueva apuesta de Gustavo Santaolalla. Inspirada en el Buena Vista Social Club de Ry Cooder-Wim Wenders pero tomado también como asignatura pendiente porteña de aquel De Ushuaia a La Quiaca con el que hace 20 años rastrilló rítmicamente el país (excepto Buenos Aires) junto a León Gieco, esta reunión cumbre apunta a rescatar, poner en foco o potenciar a tangueros de diferentes raigambres, fama y prestigio. Del divismo de Virginia Luque al glorioso Carlos García pasando por Leopoldo Federico, Atilio Stampone, Nelly Omar, Mariano Mores, Ernesto Baffa, Alberto Podestá, Osvaldo Berlingieri, Ubaldo De Lio y algunos entrañables figuras traídas desde el olvido, como el pianista Emilio de la Peña, el ex cantor de Gobbi Oscar Ferrari, el ex cantor de De Angelis Juan Carlos Godoy, la cantante montevideana Lágrima Ríos y el decano bandoneonista Gabriel Chula Clausi, 94 jóvenes años, integrante de la pionera orquesta de Juan Maglio Pacho.
"Fue un trabajo de dos años —dice Santaolalla—. No fue fácil juntarlos. Algunos viajan por el mundo, otros estaban escondidos en barcitos, otros están retirados. Hubo que hacerles entender la importancia del proyecto. Nos basamos en cuatro orquestas: Troilo, Di Sarli, Pugliese y D'Arienzo".
Ahí llega Carlos Lázzari, 78 años, 26 tocando el bandoneón con D'Arienzo, jopo rocabilly, carcajada fácil. "Una cosa es la opinión de los músicos y otra es la opinión del pueblo. Y al pueblo le sigue gustando D'Arienzo", comenta y pica un saladito. Al lado, el Chula Clausi dice que sus hijos quieren que no trabaje más. Lo dice con una modestia estremecedora. "No sé si tengo 94 o 30, porque hago lo mismo que cuando tenía 30 años". En el video de presentación de Café de los maestros —entre imágenes turísticas fatigadas y backstages inolvidables— se lo ve a Clausi tocando en el escenario mayor del Teatro Colón vacío. "Yo actué en el Colón en 1935, con la orquesta de Julio De Caro", dice como si nada. Y enseguida comenta, como un abuelo bueno: "¡Qué fresquete hoy a la mañana, vio!".
Baffa se lamenta por Independiente y más allá Mores, un tanto aislado del resto, junto con su nieto Gabriel, dice: "Qué buena idea esta... Y eso que los tangueros no somos muy de unirnos".
¿Por qué?
No sé por qué, che.
Leopoldo Federico retoma la cuestión. "Existe el mito de que los tangueros no nos juntamos. Y algo de verdad hay en eso. Café de los maestros le hace muy bien al tango. Para mí volver a tocar en la orquesta de Salgán significó un volver a vivir. Grabé La llamé silbando como la había grabado en el 50 y pico. Y eso, estar con Salgán, grabar... Es una emoción enorme". Federico relaciona Café... con La Selección Nacional del Tango con la que todos los fines de semana actúa en el Tasso. "Pero esto es diferente: el disco queda."
No sólo el disco queda. Walter Salles va a realizar una película sobre Café de los maestros. Y después, la diáspora: los discos individuales de muchos de los que participaron en el encuentro. Más Buena Vista... , imposible. El primero que saldrá de la serie será el de Lágrima Ríos. "Es un renacimiento —dice la uruguaya—. Yo vengo de tener algunos problemas de salud. El convite de Santaolalla fue como una inyección, la mejor medicina".
El material será editado de tres maneras: primero sale una caja de lujo, con los dos discos y un libro con data técnica y biografías. Y después se lanzarán los CDs individuales. "Se va a presentar en vivo en diciembre. El 9 en el Teatro Argentino de La Plata, el 12 en el Colón, el 15, 16 y 17 en el Luna Park, y hay posibilidades de hacer un concierto el 19 en el Orfeo de Córdoba", informa Gustavo Mozzi, el otro productor artístico.
Los saladitos desaparecen con ritmo. Las parejas siguen bailando y ya todos hablan con todos. Balcarce se trenza en una amable charla con Carlos García. "Che... ¿Y De Lio?", pregunta Baffa. Ubaldo De Lio, junto con Nelly Omar y Aníbal Arias son tres de las más notables ausentes con aviso. Horacio Salgán, que no tocó pero que participó del proyecto revisando sus propios arreglos y dirigiendo, se reservó para la conferencia de prensa realizada en el N/D Ateneo esa misma tarde. "Todo lo que le haga bien al tango, ahí estaré aportando mi experiencia", dijo.
Santaolalla... ¿No es esquizofrénico que hayas producido Bajo Fondo Tango Club y que ahora te hayas comprometido con esta idea, casi antagónica?
Y... sí. Es la esquizofrenia que acompañó toda mi carrera.
"Voy a saludar a los chicos", dice Alberto Podestá. Ex cantor de Carlos Di Sarli, Podestá ostenta una jovialidad envidiable. "¿Te das cuenta? No falta nadie", dice. Mores se mete en el túnel del tiempo: "Faltan tantos... todos muertos. Anotá: Canaro, Fresedo, Lomuto... Qué se la va a hacer....".
Llega, demorada, Virginia Luque. Recién peinada, su coquetería la retrasó en la peluquería. Saluda, apenas, a sus colegas; sonríe para la foto. En las antípodas, Ferrari dice que no lo puede creer. "Nunca dejé de cantar. Yo vivo de mis clases de canto. Pero esto es demasiado. ¿Vos sos de Clarín? ¿En serio?".
Gustavo: hace años que se vienen rescatando a las glorias vivas del tango. ¿Qué aportás vos?
Santaolalla: Yo me acerqué con inocencia y amor a la música. Sin desmerecer otros discos de los últimos años, traté de ser cuidadoso con el sonido, la elección del repertorio, el arte de tapa.
Hay un buen trabajo de marketing
También, claro.
Mores y Baffa siguen repartiendo besos por ahí, Fernando Suárez Paz hace bromas, Emilio de la Peña pregunta dónde puede tomar el subte para La Paternal. Y Federico, Clausi y Carlos García quedan azarosamente entremezclados entre bailarines. Suena Pablo de Troilo y el paisaje de La Ideal incorpora a esos viejos encantadores que se resisten a irse. Alguien pide otro café, nadie tiene apuro y todos quedan, como viejos amigos, en encontrarse pronto, en volver a tocar juntos, en pensar qué hacer con toda la vida que "nos queda por delante". Ya lo dijo Federico: "¿Sabés por qué estamos así, loquitos? Porque estamos naciendo de nuevo".
Son las doce del mediodía del martes y en la Confitería La Ideal algunas parejas bailan Vida mía de Osvaldo Fresedo. La sensación térmica debe andar por los siete, ocho grados y los tangueros de Café de los maestros convocados por Clarín van cayendo con sus sobretodos integrándose con elegancia y naturalidad a la arquitectura barroco-francesa de La Ideal.
Café de los maestros es la nueva apuesta de Gustavo Santaolalla. Inspirada en el Buena Vista Social Club de Ry Cooder-Wim Wenders pero tomado también como asignatura pendiente porteña de aquel De Ushuaia a La Quiaca con el que hace 20 años rastrilló rítmicamente el país (excepto Buenos Aires) junto a León Gieco, esta reunión cumbre apunta a rescatar, poner en foco o potenciar a tangueros de diferentes raigambres, fama y prestigio. Del divismo de Virginia Luque al glorioso Carlos García pasando por Leopoldo Federico, Atilio Stampone, Nelly Omar, Mariano Mores, Ernesto Baffa, Alberto Podestá, Osvaldo Berlingieri, Ubaldo De Lio y algunos entrañables figuras traídas desde el olvido, como el pianista Emilio de la Peña, el ex cantor de Gobbi Oscar Ferrari, el ex cantor de De Angelis Juan Carlos Godoy, la cantante montevideana Lágrima Ríos y el decano bandoneonista Gabriel Chula Clausi, 94 jóvenes años, integrante de la pionera orquesta de Juan Maglio Pacho.
"Fue un trabajo de dos años —dice Santaolalla—. No fue fácil juntarlos. Algunos viajan por el mundo, otros estaban escondidos en barcitos, otros están retirados. Hubo que hacerles entender la importancia del proyecto. Nos basamos en cuatro orquestas: Troilo, Di Sarli, Pugliese y D'Arienzo".
Ahí llega Carlos Lázzari, 78 años, 26 tocando el bandoneón con D'Arienzo, jopo rocabilly, carcajada fácil. "Una cosa es la opinión de los músicos y otra es la opinión del pueblo. Y al pueblo le sigue gustando D'Arienzo", comenta y pica un saladito. Al lado, el Chula Clausi dice que sus hijos quieren que no trabaje más. Lo dice con una modestia estremecedora. "No sé si tengo 94 o 30, porque hago lo mismo que cuando tenía 30 años". En el video de presentación de Café de los maestros —entre imágenes turísticas fatigadas y backstages inolvidables— se lo ve a Clausi tocando en el escenario mayor del Teatro Colón vacío. "Yo actué en el Colón en 1935, con la orquesta de Julio De Caro", dice como si nada. Y enseguida comenta, como un abuelo bueno: "¡Qué fresquete hoy a la mañana, vio!".
Baffa se lamenta por Independiente y más allá Mores, un tanto aislado del resto, junto con su nieto Gabriel, dice: "Qué buena idea esta... Y eso que los tangueros no somos muy de unirnos".
¿Por qué?
No sé por qué, che.
Leopoldo Federico retoma la cuestión. "Existe el mito de que los tangueros no nos juntamos. Y algo de verdad hay en eso. Café de los maestros le hace muy bien al tango. Para mí volver a tocar en la orquesta de Salgán significó un volver a vivir. Grabé La llamé silbando como la había grabado en el 50 y pico. Y eso, estar con Salgán, grabar... Es una emoción enorme". Federico relaciona Café... con La Selección Nacional del Tango con la que todos los fines de semana actúa en el Tasso. "Pero esto es diferente: el disco queda."
No sólo el disco queda. Walter Salles va a realizar una película sobre Café de los maestros. Y después, la diáspora: los discos individuales de muchos de los que participaron en el encuentro. Más Buena Vista... , imposible. El primero que saldrá de la serie será el de Lágrima Ríos. "Es un renacimiento —dice la uruguaya—. Yo vengo de tener algunos problemas de salud. El convite de Santaolalla fue como una inyección, la mejor medicina".
El material será editado de tres maneras: primero sale una caja de lujo, con los dos discos y un libro con data técnica y biografías. Y después se lanzarán los CDs individuales. "Se va a presentar en vivo en diciembre. El 9 en el Teatro Argentino de La Plata, el 12 en el Colón, el 15, 16 y 17 en el Luna Park, y hay posibilidades de hacer un concierto el 19 en el Orfeo de Córdoba", informa Gustavo Mozzi, el otro productor artístico.
Los saladitos desaparecen con ritmo. Las parejas siguen bailando y ya todos hablan con todos. Balcarce se trenza en una amable charla con Carlos García. "Che... ¿Y De Lio?", pregunta Baffa. Ubaldo De Lio, junto con Nelly Omar y Aníbal Arias son tres de las más notables ausentes con aviso. Horacio Salgán, que no tocó pero que participó del proyecto revisando sus propios arreglos y dirigiendo, se reservó para la conferencia de prensa realizada en el N/D Ateneo esa misma tarde. "Todo lo que le haga bien al tango, ahí estaré aportando mi experiencia", dijo.
Santaolalla... ¿No es esquizofrénico que hayas producido Bajo Fondo Tango Club y que ahora te hayas comprometido con esta idea, casi antagónica?
Y... sí. Es la esquizofrenia que acompañó toda mi carrera.
"Voy a saludar a los chicos", dice Alberto Podestá. Ex cantor de Carlos Di Sarli, Podestá ostenta una jovialidad envidiable. "¿Te das cuenta? No falta nadie", dice. Mores se mete en el túnel del tiempo: "Faltan tantos... todos muertos. Anotá: Canaro, Fresedo, Lomuto... Qué se la va a hacer....".
Llega, demorada, Virginia Luque. Recién peinada, su coquetería la retrasó en la peluquería. Saluda, apenas, a sus colegas; sonríe para la foto. En las antípodas, Ferrari dice que no lo puede creer. "Nunca dejé de cantar. Yo vivo de mis clases de canto. Pero esto es demasiado. ¿Vos sos de Clarín? ¿En serio?".
Gustavo: hace años que se vienen rescatando a las glorias vivas del tango. ¿Qué aportás vos?
Santaolalla: Yo me acerqué con inocencia y amor a la música. Sin desmerecer otros discos de los últimos años, traté de ser cuidadoso con el sonido, la elección del repertorio, el arte de tapa.
Hay un buen trabajo de marketing
También, claro.
Mores y Baffa siguen repartiendo besos por ahí, Fernando Suárez Paz hace bromas, Emilio de la Peña pregunta dónde puede tomar el subte para La Paternal. Y Federico, Clausi y Carlos García quedan azarosamente entremezclados entre bailarines. Suena Pablo de Troilo y el paisaje de La Ideal incorpora a esos viejos encantadores que se resisten a irse. Alguien pide otro café, nadie tiene apuro y todos quedan, como viejos amigos, en encontrarse pronto, en volver a tocar juntos, en pensar qué hacer con toda la vida que "nos queda por delante". Ya lo dijo Federico: "¿Sabés por qué estamos así, loquitos? Porque estamos naciendo de nuevo".
La pata brasileña del proyecto
Walter Salles está de paso por Buenos Aires, visitando amigos, y se sumó a la movida de Santaolalla. "Gracias a Diarios de motocicleta conocí a Gustavo, y quedamos como amigos. El tiene una extraordinaria sensibilidad e inteligencia. Pasó por Brasil hace tres semanas y me mostró el proyecto, algo de una gran importancia en momentos de la globalización. Es asistir al renacimiento de algo como el tango, que está tan profundamente ligado a la identidad argentina", opina.
"Estoy interesado en apoyar el proyecto, es una forma de mantener conexión con este país que siento tan mi segunda casa", confiesa el director carioca. En concreto, Salles estará "de alguna forma presente en la producción". Será un productor asociado que ayude a la coproducción con Europa. "Cuando viene de Gustavo, lo suyo no es pedido, sino convocatoria —sonríe—. En Brasil hacemos muchos documentales musicales, con Caetano, con Jobim, tenemos algún conocimiento en esto".
No seas tan modesto...
Recién hicimos un largo sobre Paulinho da Viola. En Brasil hay una reacción a esa globalización cultural, hay un renacimiento del samba y demás formas de expresión popular que quedaron olvidados en los '70 y '80, y además hay jóvenes allá que forman grupos de samba y choro.
Ya hay un material registrado, de Miguel Kohan. "Lo que vi es verdaderamente muy bueno, con una mirada sensible y delicada. Son los doce minutos que está mostrando Gustavo, él es el catalizador de todo eso, es una continuación de lo que hizo hace veinte años con León Gieco, su preocupación por registrar la memoria. Miguel es el director ideal. Ya hay más de cien horas filmadas por Miguel y Gustavo. El concierto del 12 de diciembre acá en el Colón podría resultar en un documental rico y muy revelador de esa sobrevivencia."
Su gusto por el tango va "desde los clásicos y el reinventado por Piazzolla, maestros que Gustavo está reuniendo. Estoy en esto por admiración por Gustavo y por el tango. Es una forma de agradecer la generosidad que tantos amigos tuvieron en Diarios..., y una forma de mantener relación y pensar el cine en familia..."
"Estoy interesado en apoyar el proyecto, es una forma de mantener conexión con este país que siento tan mi segunda casa", confiesa el director carioca. En concreto, Salles estará "de alguna forma presente en la producción". Será un productor asociado que ayude a la coproducción con Europa. "Cuando viene de Gustavo, lo suyo no es pedido, sino convocatoria —sonríe—. En Brasil hacemos muchos documentales musicales, con Caetano, con Jobim, tenemos algún conocimiento en esto".
No seas tan modesto...
Recién hicimos un largo sobre Paulinho da Viola. En Brasil hay una reacción a esa globalización cultural, hay un renacimiento del samba y demás formas de expresión popular que quedaron olvidados en los '70 y '80, y además hay jóvenes allá que forman grupos de samba y choro.
Ya hay un material registrado, de Miguel Kohan. "Lo que vi es verdaderamente muy bueno, con una mirada sensible y delicada. Son los doce minutos que está mostrando Gustavo, él es el catalizador de todo eso, es una continuación de lo que hizo hace veinte años con León Gieco, su preocupación por registrar la memoria. Miguel es el director ideal. Ya hay más de cien horas filmadas por Miguel y Gustavo. El concierto del 12 de diciembre acá en el Colón podría resultar en un documental rico y muy revelador de esa sobrevivencia."
Su gusto por el tango va "desde los clásicos y el reinventado por Piazzolla, maestros que Gustavo está reuniendo. Estoy en esto por admiración por Gustavo y por el tango. Es una forma de agradecer la generosidad que tantos amigos tuvieron en Diarios..., y una forma de mantener relación y pensar el cine en familia..."
Pablo O. Scholz
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