Arte: Cinco artistas hispanoamericanos indagan en la violencia cotidiana
Exposición de arte contemporaneo en el MALBA. Joyas, videos, fotos, collages son los medios expresivos en la muestra "Autopsia de lo invisible".
Por: Mariana Rolandi
La temporada fuerte del Malba arrancó con "Autopsia de lo invisible", una exposición que reúne la obra de cinco artistas hispanoamericanos: Teresa Margolles, Regina José Galindo, Ignacio Lang, Mario García Torres y Juan Manuel Echavarría descubren desde su arte la violencia vivida en distintos lugares del mundo. Verdaderas "autopsias sociales", las obras son investigaciones artísticas "que a través del análisis de un tema buscan reconstruir hechos históricos, cargados de violencia o vividos desde los márgenes sociales", explica la curadora de esta muestra, la mexicana Sofía Hernández Chong Cuy.
Detrás de un inmenso telón rojo, puesto como un símbolo de las realidades que se ocultan, abre la muestra el mexicano Mario García Torres, quien crea una ficción de diálogo epistolar con el pintor italiano Alighiero Boetti. En esta ficción, Torres dice encontrarse en Kabul, en el año 2001, luego del 11 de septiembre. Busca sin éxito los lugares que el italiano recorrió en Afganistán en los años 80. Busca un hotel, locaciones para una supuesta película, edificios. Pero no encuentra nada, porque las guerras de los últimos años destruyeron ese país. La desaparición de todo es tan evidente que la obra -hecha en diecinueve hojas de papel de fax- hará que todo lo mostrado se vaya borrando, sin remedio.
En vitrinas puestas en medio de la sala, pueden verse las imágenes del colombiano Juan Manuel Echavarría, que a primera vista resultan bellas flores, pero de cerca, son composiciones hechas con huesos humanos, relacionadas directamente con el período de Colombia llamado "La Violencia" (1946 a 1964), donde los cuerpos de cientos de víctimas eran desmembrados y dejados en las calles de Bogotá para aterrorizar a la población. También hay tres pequeñas obras realizadas por los secuestrados de las FARC durante su cautiverio, con quienes Echavarría se relacionó últimamente.
En los márgenes de la sociedad está el puertorriqueño Ignacio Lang, quien trabaja con recortes de la columna "Extraño pero verdadero" -del diario New York Post- haciendo tarjetas con las imágenes de hechos ocurridos en distintos lugares del mundo. Entre las 28 tarjetas expuestas aquí -de un archivo personal de más de tres mil- compuestas por Lang inspirándose en noticias de actualidad, el visitante del Malba verá a Evangelina Carrozo. La bailarina de Gualeguaychú se hizo famosa en mayo de 2006 por su mediático cartel de protesta ecologista -"No a las papeleras" - exhibido en la Cumbre de Viena, ante los mandatarios europeos y latinoamericanos. "Busco en los diarios esas noticias pequeñas que están en los márgenes y les doy una identidad a través de imágenes", dice Lang.
En los últimos años el cementerio La Verbena, de Guatemala, "se llenó de lápidas que sólo dicen XX, estas lápidas fueron diseñadas y compradas por la artista guatemalteca Regina José Galindo para los muertos no identificados", cuenta la curadora. En la exposición del Malba se ven videos de estos entierros, sin ataúd, sin deudos, sin religión, sin ritual. Sólo el sonido de la pala en la tierra y las bolsas con los cuerpos que nadie ve.
En otro espacio del Malba sorprenden dos lujosas pulseras, expuestas junto a reportes policiales. Es una parte de "Ajuste de cuentas", el trabajo de la mexicana Teresa Margolles, quien colecciona materiales de las morgues públicas. Con los vidrios y restos de asesinatos del narcotráfico elabora estas joyas, dedicadas a las víctimas. "Toda la obra que seleccionamos es fuerte y habla de hechos muy duros y difíciles, pero el arte transforma las cosas en algo bello, logra que se pongan en primer plano y que se hable de ello. Que todos hablemos de ello", concluye la curadora. A través de distintos medios expresivos -fotos, collages, obras en papel, videos, joyas- la propuesta es, claramente, la autopsia, entendida como "la acción de ver con los propios ojos".
Detrás de un inmenso telón rojo, puesto como un símbolo de las realidades que se ocultan, abre la muestra el mexicano Mario García Torres, quien crea una ficción de diálogo epistolar con el pintor italiano Alighiero Boetti. En esta ficción, Torres dice encontrarse en Kabul, en el año 2001, luego del 11 de septiembre. Busca sin éxito los lugares que el italiano recorrió en Afganistán en los años 80. Busca un hotel, locaciones para una supuesta película, edificios. Pero no encuentra nada, porque las guerras de los últimos años destruyeron ese país. La desaparición de todo es tan evidente que la obra -hecha en diecinueve hojas de papel de fax- hará que todo lo mostrado se vaya borrando, sin remedio.
En vitrinas puestas en medio de la sala, pueden verse las imágenes del colombiano Juan Manuel Echavarría, que a primera vista resultan bellas flores, pero de cerca, son composiciones hechas con huesos humanos, relacionadas directamente con el período de Colombia llamado "La Violencia" (1946 a 1964), donde los cuerpos de cientos de víctimas eran desmembrados y dejados en las calles de Bogotá para aterrorizar a la población. También hay tres pequeñas obras realizadas por los secuestrados de las FARC durante su cautiverio, con quienes Echavarría se relacionó últimamente.
En los márgenes de la sociedad está el puertorriqueño Ignacio Lang, quien trabaja con recortes de la columna "Extraño pero verdadero" -del diario New York Post- haciendo tarjetas con las imágenes de hechos ocurridos en distintos lugares del mundo. Entre las 28 tarjetas expuestas aquí -de un archivo personal de más de tres mil- compuestas por Lang inspirándose en noticias de actualidad, el visitante del Malba verá a Evangelina Carrozo. La bailarina de Gualeguaychú se hizo famosa en mayo de 2006 por su mediático cartel de protesta ecologista -"No a las papeleras" - exhibido en la Cumbre de Viena, ante los mandatarios europeos y latinoamericanos. "Busco en los diarios esas noticias pequeñas que están en los márgenes y les doy una identidad a través de imágenes", dice Lang.
En los últimos años el cementerio La Verbena, de Guatemala, "se llenó de lápidas que sólo dicen XX, estas lápidas fueron diseñadas y compradas por la artista guatemalteca Regina José Galindo para los muertos no identificados", cuenta la curadora. En la exposición del Malba se ven videos de estos entierros, sin ataúd, sin deudos, sin religión, sin ritual. Sólo el sonido de la pala en la tierra y las bolsas con los cuerpos que nadie ve.
En otro espacio del Malba sorprenden dos lujosas pulseras, expuestas junto a reportes policiales. Es una parte de "Ajuste de cuentas", el trabajo de la mexicana Teresa Margolles, quien colecciona materiales de las morgues públicas. Con los vidrios y restos de asesinatos del narcotráfico elabora estas joyas, dedicadas a las víctimas. "Toda la obra que seleccionamos es fuerte y habla de hechos muy duros y difíciles, pero el arte transforma las cosas en algo bello, logra que se pongan en primer plano y que se hable de ello. Que todos hablemos de ello", concluye la curadora. A través de distintos medios expresivos -fotos, collages, obras en papel, videos, joyas- la propuesta es, claramente, la autopsia, entendida como "la acción de ver con los propios ojos".
Contemporáneo 21. Autopsia de lo invisible
Del 29 de febrero al 14 de abril de 2008
Malba inaugura Contemporáneo 21. Autopsia de lo invisible, una nueva edición del programa Contemporáneo dedicado al arte actual y regional. En esta oportunidad, la curadora mexicana Sofía Hernández Chong Cuy, radicada en Nueva York, reúne la obra de cinco artistas latinoamericanos en torno de la autopsia entendida como una "metáfora de investigación artística" que, a través del análisis profundo de un tema o de un cuerpo social, busca reconstruir hechos históricos o eventos contemporáneos. Sus trabajos indagan en desapariciones, secuestros y fallecimientos que quizás pasaron inadvertidos, y en deformaciones e interrupciones de la realidad.
Se exhiben aquí obras de Teresa Margolles (México, 1963); Regina José Galindo (Guatemala, 1974); Ignacio Lang (Puerto Rico, 1973); Mario García Torres (México, 1975), y Juan Manuel Echavarría (Colombia, 1947), todos artistas de diferentes generaciones que se han destacado en exposiciones de arte contemporáneo de los últimos años, por tratar temas político-sociales críticos desde un punto de vista poético, haciendo "visibles" temas muy difíciles de enunciar y asimilar.
El grupo de artistas que integra la muestra trabaja con metodologías pseudo-científicas y autopsias físicas o sociales para realizar sus piezas, además de coleccionar y presentar fragmentos de objetos que, en su marco de presentación, dependen de la lectura de una ficha técnica o texto de sala para comprenderse como obra en un contexto social y artístico.
Del 29 de febrero al 14 de abril de 2008
Malba inaugura Contemporáneo 21. Autopsia de lo invisible, una nueva edición del programa Contemporáneo dedicado al arte actual y regional. En esta oportunidad, la curadora mexicana Sofía Hernández Chong Cuy, radicada en Nueva York, reúne la obra de cinco artistas latinoamericanos en torno de la autopsia entendida como una "metáfora de investigación artística" que, a través del análisis profundo de un tema o de un cuerpo social, busca reconstruir hechos históricos o eventos contemporáneos. Sus trabajos indagan en desapariciones, secuestros y fallecimientos que quizás pasaron inadvertidos, y en deformaciones e interrupciones de la realidad.
Se exhiben aquí obras de Teresa Margolles (México, 1963); Regina José Galindo (Guatemala, 1974); Ignacio Lang (Puerto Rico, 1973); Mario García Torres (México, 1975), y Juan Manuel Echavarría (Colombia, 1947), todos artistas de diferentes generaciones que se han destacado en exposiciones de arte contemporáneo de los últimos años, por tratar temas político-sociales críticos desde un punto de vista poético, haciendo "visibles" temas muy difíciles de enunciar y asimilar.
El grupo de artistas que integra la muestra trabaja con metodologías pseudo-científicas y autopsias físicas o sociales para realizar sus piezas, además de coleccionar y presentar fragmentos de objetos que, en su marco de presentación, dependen de la lectura de una ficha técnica o texto de sala para comprenderse como obra en un contexto social y artístico.
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