Arte: Recordando a Egon Schiele a 90 años de su muerte

Aunque el artista austríaco murió joven, con solo 28 años, su gran productividad y la extraordinaria originalidad y erotismo de sus dibujos y pinturas lo coloca en el panteón de artistas del siglo XX.


Egon Schiele pasó a la historia como uno de los artistas más relevantes del siglo XX, a pesar de que murió joven, un 31 de octubre de hace 90 años.

Con su trazo inquieto, Schiele esgrimió el lápiz o el pincel en una tensión con la que plasmó la piel de hombres y mujeres desnudos que posaron en escorzo sobre camas o sillas y en los que consiguió profundizar hasta retratar su alma.

Los dibujos de este pintor austríaco (Tully, 1890 - Viena, 1918) incorporan pinceladas dirigidas contra el tapiz por su intuición y rompen cada una de ellas con lo políticamente academicista.

Egon Schiele se enroló en las filas del movimiento expresionista, aunque las influencias del que consideraba su maestro, el pintor vienés Gustav Klimt, se palpan en la ejecución del movimiento en torsión y el alargamiento de los cuerpos retratados con una paleta que bailaba de los colores "carne" a los más bajos de luz.

Las líneas angulares y en tensión se expresan con libertad cuando abarcan las manos retorcidas de sus modelos o amigos que son interpretadas por su retina como si fuesen la extensión de vidas de tormentos.

En definitiva, el erotismo fue el tema cumbre de este pintor que murió aquejado de la "gripe española" el 31 de octubre de 1918 -cuando terminaba la Primera Guerra Mundial- tras frecuentar las calles de una vida bohemia, en la que la polémica estuvo servida en su mesa.

Una de las etiquetas que ronda alrededor de su obra es la de la corrupción de menores, porque tomó como modelos a jóvenes que posaron para él en posturas cargadas de erotismo o sensualidad y, además, vivió y mantuvo una relación sentimental con Valèrie (Wally) Neuzil, en 1911, cuando ella era menor de edad, con 17 años.

De ahí, que el pintor terminase en la cárcel durante tres días en los que dio a luz dibujos que fueron compilados en el libro Egon Schiele en la cárcel.

A pesar de ello, Schiele siguió retratando a jóvenes que se abrían de piernas y masturbaban, así como escenas lésbicas, algo que en el actual circuito artístico contemporáneo está ya superado.

Por otra parte, su gran facilidad para producir daría también de qué hablar hasta en la actualidad, ya que se calcula que era capaz de crear unas 160 obras al año, por lo que, tal vez Schiele podría tener el mismo problema que el polémico artista británico Damien Hirst que subastó recientemente en Londres parte de su obra.

Hablar de Schiele es además mentar a la subversión. Huyó del art nouveau de su amigo y maestro Klimt y del psicoanálisis -en pleno nacimiento en esa época- y se sumergió alrededor de 1910 en el conocimiento de la teosofía.

Su arte figurativo reparó en la delgadez, e incluso, anorexia de sus modelos, un aspecto tan de moda en la fotografía de finales del siglo XX y que en pintura ya fue tratado en las figuras lánguidas de El Greco o Zurbarán.

Su talento le llevó a ser reconocido en los círculos intelectuales que germinaron a finales de los siglos XIX y XX en una Viena en la que se hablaban en varios idiomas sobre filosofía, música, psicoanálisis, literatura o tensión política.

Hoy, cuando el arte está más vigilado por las autoridades y se retiran obras por su contenido erótico o zoofílico -como ocurrió el pasado miércoles con parte de la obra del artista ruso Oleg Kulik en la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (FIAC) de París- recordar a Egon Schiele no está de más.

Sus obras, que sufrieron el expolio nazi, alcanzan precios astronómicos.

Así cabe recordar el lienzo Herbstsonne (conocido como Girasoles marchitos, de 1914), tras permanecer desaparecido más de sesenta años, fue subastado el 20 de junio de 2006 por Christie's en Londres por unos 17 millones de euros -uno de los récords de subastas de 2006.

Una relación contemporánea entre el dinero y el erotismo que se dan la mano en el 90 aniversario de Schiele, un artista que sin embargo persiguió otra combinación: la del erotismo y misticismo.





http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2008/11/01/_-01793109.htm

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