Debate: El escándalo Nietzsche
POLÉMICA POR SUS PÓSTUMOS
La aparición en castellano de los Fragmentos Póstumos del filósofo crispó a los españoles y a la comunidad académica. El anterior traductor de Nietzsche vapuleó a los responsables de la edición y dijo que se le adjudican frases antisemitas que jamás escribió. Los traductores respondieron con dureza. Expertos argentinos escriben sobre la discusión y el valor del texto.
Por: Andrés Sánchez Pascual
La Editorial Tecnos (Madrid) ha publicado dos tomos de Fragmentos póstumos de Friedrich Nietzsche, primero el tomo IV (2006 y 2008) y luego el I (2007). Esto sería una buena noticia, naturalmente, si la obra estuviera bien hecha, y una mala noticia si ocurriera lo contrario. El tomo I lleva un prólogo en el que se hacen al lector numerosas promesas. Examinaré si esas promesas se cumplen: me centraré en el tomo I, con una alusión final al IV.
Ya sorprende que en el prólogo se repita una y otra vez que aquí se nos ofrece una "edición crítica". Lo que aquí se nos ofrece es una simple traducción anotada de un texto alemán, que en ningún caso puede ser calificada de "edición crítica". Supongamos que un alemán traduce del español al alemán el Quijote y publica su traducción alemana. Jamás se le ocurriría decir que su traducción era una "edición crítica" del Quijote . Aquí ha habido, o bien una ignorancia de lo que verdaderamente es una edición crítica, o bien una tergiversación interesada de ese prestigioso concepto, basada en motivaciones no científicas.
El texto alemán utilizado
En la página 30 del prólogo se asegura que esta traducción se basa en "el texto (alemán) establecido por la edición Colli-Montinari". Veamos si eso es cierto. La edición alemana Colli-Montinari, que sí es verdaderamente una edición crítica y la única completa y fiable en la actualidad, consta, como todas las ediciones críticas, de dos partes: el texto y el aparato crítico (en alemán, Nachbericht ). El texto (KGW III 3 y 4) se publicó en 1978 y fue reimpreso en edición de bolsillo (KSA 7) en 1980 y 1988. El aparato crítico (KGW III 5/1 y 5/2) se publicó en 1997 y contiene, además de las secciones habituales (descripción de los manuscritos, variantes, índices, bibliografía, aclaraciones, etc.), también las importantísimas Berichtigungen (correcciones) del texto, que en este caso son muy numerosas. Obviamente, desde 1997 esas "correcciones" forman parte indisoluble del texto y han de ser incorporadas a él. Sin embargo, de manera acientífica y antifilológica, el traductor ha prescindido del Nachbericht . Y así ocurre que donde el texto alemán dice "anatema" (p. 67 de la traducción) el traductor traduce por "dicho campesino". Y donde dice "embriaguez" (p. 80) traduce por "engaño". Y donde dice "máscara" (p. 102) traduce por "palabras". Y donde dice "texto" (p. 118) traduce por "cadencia". Y donde dice "ola" (p. 136) traduce por "mundo". Y donde dice "idealidad" (p. 165) traduce por "realidad". Y donde dice "poeta" (p. 173) traduce por "músico". Y donde dice "estatua" (p. 245) traduce por "naturaleza". En fin, y para no alargar más la interminable lista, donde el texto dice: "Sólo en la medida en que los sentimientos pueden ser traducidos a pensamientos" (p. 98) el traductor traduce: "Sólo en la medida en que los sentimientos y los pensamientos pueden ser traducidos" (?). Ya sólo por ello, por no haber utilizado el texto alemán correcto, esta traducción de Nietzsche no es fiable, carece de validez científica y no puede ser utilizada para ninguna lectura o estudio serios sobre Nietzsche. Visto lo anterior, bien puede decirse que el traductor es incompetente en filología.
Problemas con el griego
Cuando Nietzsche escribió los fragmentos póstumos traducidos en este tomo I era catedrático de griego en la Universidad de Basilea. En ellos utiliza algunas palabras y expresiones griegas bien conocidas. Resulta irritante que en numerosas ocasiones (pp. 63, 75, 76, 100, 101, y otras veinte más) las palabras griegas aparezcan mal escritas o mal acentuadas. Pero lo que resulta inadmisible es que el traductor traduzca la conocida frase " medèn ágan " ("nada en demasía") por "no hacer nada" (?) (p. 219). O que traduzca " eggúe, parà d'áta " ("garantía, desgracia cercana", esto es: " si sales garante de alguien, pronto sufrirás una desgracia ") por "garantía frente a la desgracia". O que traduzca el bien conocido " láthe biósas " ("vive oculto") por "fuerza oculta". O " sophrosúne " ("moderación", "templanza") por "justicia".
El mundo de las notas
De las notas de una traducción anotada como es ésta se espera que aclaren e ilustren, y no que confundan o proporcionen información errónea. En el prólogo (pp. 27, 29, 30, etc.) se nos promete que en las notas estarán las variantes, el aparato crítico, la contextualización, etc. Pero en ninguna nota aparece el menor aparato crítico ni ninguna variante. La verdad es que la redacción del prólogo es confusa. En un lugar (p. 30) se dice que "se indican" las variantes y en otro (p. 31) se afirma que "se las excluye" y a esa "exclusión" se la llama una "técnica". Sea de ello lo que sea, lo cierto es que las notas del traductor contienen extraños y numerosísimos errores. Por ejemplo, en un determinado momento Nietzsche cita los versos 73-142 del canto V del Infierno de la Divina Comedia . Pero el traductor transforma los versos en páginas, y en la nota 50 de la p. 259 dice así: "Dante, Divina comedia , Infierno, V, pp. 73-142", pero no indica, claro está, de qué edición. El mismo error comete al citar autores griegos y latinos. Así: "Diógenes Laercio, I, pp. 27-33" (cuando en realidad se trata de los parágrafos 27-33). O: "Cátulo, Carmina, 90, pp. 3-4" (en vez de los versos 3-4). Aquí, además, el traductor confunde al poeta Cayo Valerio Catulo con Quinto Lutecio Cátulo, autor de epigramas eróticos. Y en la nota 36 de la p. 163 dice: " De rerum natura , V, pp. 1169-1182" (en vez de los versos 1169-1182). Igualmente "Tácito, Germania , pp. 18-20", "Tucídides, I, pp. 90-93 y 135-138", "Esquilo, Agamenón , pp. 208-316" (en vez de versos 208-316). En la nota 7 de la p. 203 el traductor dice que Nietzsche regaló a Wagner un "cuadro" (?) de Durero (cuando en realidad le regaló un grabado). El colmo de la confusión se alcanza en la nota 11 de la p. 433 y en la nota 11 de la p. 485, en las que el traductor cita un libro inexistente: " Correspondencia Goethe-Eckermann ". No sólo cita el inexistente libro, sino también unas inexistentes páginas, aunque, obviamente, no dice de qué edición. Visto lo anterior, puede decirse que el traductor es malo en sus notas.
Traducciones erróneas
En el prólogo se le promete al lector una "traducción fiel" del texto alemán, como si ello fuera algo especial y no, más bien, lo normal y debido. Examinemos esa "traducción fiel". En la p. 65 el texto alemán dice "Ctesias" (médico e historiador griego); el traductor traduce "Cestes" (?). En la p. 65 el texto dice "Protógenes" (pintor griego); el traductor traduce "Protogenia" (?). En la p. 75 el texto dice "Adrasto" (rey de Argos); el traductor traduce "Adrastea" (hija de un rey de Creta). En la p. 75 el texto dice "Tespis" (iniciador de la tragedia griega); el traductor traduce "Tespias" (antigua ciudad de Beocia).
En la p. 73 el traductor traduce la palabra alemana Kostüm ("vestido") por "costumbres". Eso sólo puede deberse a que el traductor no tenía delante el texto alemán, sino alguna traducción francesa o italiana, que diría costume , e ignoraba que en ambos idiomas costume significa, además de "costumbre", también "vestido" o "traje". Algo parecido ocurre en la p. 78. Aquí el texto alemán dice: "Ambas literaturas son dialógicas", pero el traductor traduce: "ambas literaturas son dialectales", error idéntico al que comete la traducción francesa de Gallimard (1977, p. 179).
El texto alemán dice: "para una defensa de la democracia por parte del poder supremo"; el traductor traduce: "para proteger la democracia frente al poder supremo", o sea, lo contrario de lo que Nietzsche dice. El texto alemán dice: "juicios empalidecedores": el traductor traduce: "juicios purgantes" (?). El texto dice: "El Zeus que mata"; el traductor traduce: "El Zeus que muere". El texto dice: "El genio tiene la fuerza de envolver el mundo en una nueva red de ilusiones"; el traductor traduce: "El genio tiene la fuerza de colgarse a sus espaldas el mundo con una nueva red de ilusiones". El texto dice: "Te he sacrificado muchas ovejas negras –de lo cual se quejan las otras ovejas"; el traductor traduce: "te he sacrificado muchas ovejas negras –de qué se quejan las otras ovejas". Hay ocasiones en las que verdaderamente el traductor no sabe de qué está hablando Nietzsche. Así, el texto dice: "[Fui] hacia Ars sur Moselle"; el traductor traduce: "Hacia Ars por el Mosela". El traductor ignora que Ars sur Moselle es el nombre de una población francesa y, sorprendentemente, le organiza a Nietzsche un viaje fluvial por el río Mosela. En la misma página el texto dice: "[Fui] hasta Luneville a altas horas de la noche"; el traductor traduce: "Hasta Luneville noche profunda" (?). También en esa página el texto dice: "perdido ayer un millón, hoy sobre 100.000". Nietzsche está hablando de los gastos de guerra del ejército alemán en la guerra franco-alemana de 1870, en la que él participó como enfermero, y el "millón" es un millón de táleros o de marcos. Pero el traductor traduce: "ayer un millón, hoy sobre 100.000 bajas". Con ello el traductor hace que el ejército francés cause al ejército alemán un millón de muertos o heridos en un solo día, y al día siguiente (¿sería domingo?) "sobre 100.000", lo cual es evidentemente absurdo. ¿Sabrá el traductor cuál fue el contingente total del ejército alemán en aquella lejana guerra? De propósito he excluido de la larga lista de traducciones erróneas, por pura vergüenza ajena, los ejemplos más grotescos. Pero, visto lo anterior, bien puede decirse que el traductor es pésimo en sus traducciones.
Edición no íntegra
En el prólogo de este tomo I se repite mucho (pp. 26, 29, 31, 32) que esta traducción de los fragmentos póstumos tiene "completitud" e "integridad". Sobre esto basta con decir lo siguiente: en este tomo I faltan cien páginas de texto alemán, a saber: los Nachträge , que se encuentran en las pp. 109-203 del Nachbericht (KGW III 5/1). Por otro lado, una masa de fragmentos póstumos como ésta habría requerido, para su mejor manejo, al menos un índice de nombres propios. Pero ni en el tomo I ni en el tomo IV aparece tal índice. Como también falta en ambos la imprescindible bibliografía. El nombre del traductor es Luis Enrique de Santiago Guervós, profesor de filosofía en la Universidad de Málaga (España).
¿Nietzsche antisemita?
No haré una recensión amplia del tomo IV sino una breve alusión, pero en un asunto grave. En la p. 304 Nietzsche habla de sus críticos y dice de ellos que tienen una "impertinencia perruna"; el traductor (que aquí es otro) traduce "impertinencia judía". Ello se debe a que él se basa en el texto falsificado que la antisemita hermana de Nietzsche publicó en sus viejas, desacreditadas ediciones, repetido en la edición moderna no corregida. En p. 364 Nietzsche recomienda a los pesimistas que lean los periódicos y que piensen "en la batalla de Sedán"; se traduce: "en los malos judíos". También esto se debe a que el traductor utiliza un texto no correcto. El correcto se encuentra en la edición Colli-Montinari (KGW IX 6). Me parece intolerable que en 2008 se le atribuyan a Nietzsche falsos antisemitismos. Antisemitismos que él nunca escribió.
A. S. Pascual es traductor de numerosas obras de Nietzsche para la Editorial Alianza.
Ya sorprende que en el prólogo se repita una y otra vez que aquí se nos ofrece una "edición crítica". Lo que aquí se nos ofrece es una simple traducción anotada de un texto alemán, que en ningún caso puede ser calificada de "edición crítica". Supongamos que un alemán traduce del español al alemán el Quijote y publica su traducción alemana. Jamás se le ocurriría decir que su traducción era una "edición crítica" del Quijote . Aquí ha habido, o bien una ignorancia de lo que verdaderamente es una edición crítica, o bien una tergiversación interesada de ese prestigioso concepto, basada en motivaciones no científicas.
El texto alemán utilizado
En la página 30 del prólogo se asegura que esta traducción se basa en "el texto (alemán) establecido por la edición Colli-Montinari". Veamos si eso es cierto. La edición alemana Colli-Montinari, que sí es verdaderamente una edición crítica y la única completa y fiable en la actualidad, consta, como todas las ediciones críticas, de dos partes: el texto y el aparato crítico (en alemán, Nachbericht ). El texto (KGW III 3 y 4) se publicó en 1978 y fue reimpreso en edición de bolsillo (KSA 7) en 1980 y 1988. El aparato crítico (KGW III 5/1 y 5/2) se publicó en 1997 y contiene, además de las secciones habituales (descripción de los manuscritos, variantes, índices, bibliografía, aclaraciones, etc.), también las importantísimas Berichtigungen (correcciones) del texto, que en este caso son muy numerosas. Obviamente, desde 1997 esas "correcciones" forman parte indisoluble del texto y han de ser incorporadas a él. Sin embargo, de manera acientífica y antifilológica, el traductor ha prescindido del Nachbericht . Y así ocurre que donde el texto alemán dice "anatema" (p. 67 de la traducción) el traductor traduce por "dicho campesino". Y donde dice "embriaguez" (p. 80) traduce por "engaño". Y donde dice "máscara" (p. 102) traduce por "palabras". Y donde dice "texto" (p. 118) traduce por "cadencia". Y donde dice "ola" (p. 136) traduce por "mundo". Y donde dice "idealidad" (p. 165) traduce por "realidad". Y donde dice "poeta" (p. 173) traduce por "músico". Y donde dice "estatua" (p. 245) traduce por "naturaleza". En fin, y para no alargar más la interminable lista, donde el texto dice: "Sólo en la medida en que los sentimientos pueden ser traducidos a pensamientos" (p. 98) el traductor traduce: "Sólo en la medida en que los sentimientos y los pensamientos pueden ser traducidos" (?). Ya sólo por ello, por no haber utilizado el texto alemán correcto, esta traducción de Nietzsche no es fiable, carece de validez científica y no puede ser utilizada para ninguna lectura o estudio serios sobre Nietzsche. Visto lo anterior, bien puede decirse que el traductor es incompetente en filología.
Problemas con el griego
Cuando Nietzsche escribió los fragmentos póstumos traducidos en este tomo I era catedrático de griego en la Universidad de Basilea. En ellos utiliza algunas palabras y expresiones griegas bien conocidas. Resulta irritante que en numerosas ocasiones (pp. 63, 75, 76, 100, 101, y otras veinte más) las palabras griegas aparezcan mal escritas o mal acentuadas. Pero lo que resulta inadmisible es que el traductor traduzca la conocida frase " medèn ágan " ("nada en demasía") por "no hacer nada" (?) (p. 219). O que traduzca " eggúe, parà d'áta " ("garantía, desgracia cercana", esto es: " si sales garante de alguien, pronto sufrirás una desgracia ") por "garantía frente a la desgracia". O que traduzca el bien conocido " láthe biósas " ("vive oculto") por "fuerza oculta". O " sophrosúne " ("moderación", "templanza") por "justicia".
El mundo de las notas
De las notas de una traducción anotada como es ésta se espera que aclaren e ilustren, y no que confundan o proporcionen información errónea. En el prólogo (pp. 27, 29, 30, etc.) se nos promete que en las notas estarán las variantes, el aparato crítico, la contextualización, etc. Pero en ninguna nota aparece el menor aparato crítico ni ninguna variante. La verdad es que la redacción del prólogo es confusa. En un lugar (p. 30) se dice que "se indican" las variantes y en otro (p. 31) se afirma que "se las excluye" y a esa "exclusión" se la llama una "técnica". Sea de ello lo que sea, lo cierto es que las notas del traductor contienen extraños y numerosísimos errores. Por ejemplo, en un determinado momento Nietzsche cita los versos 73-142 del canto V del Infierno de la Divina Comedia . Pero el traductor transforma los versos en páginas, y en la nota 50 de la p. 259 dice así: "Dante, Divina comedia , Infierno, V, pp. 73-142", pero no indica, claro está, de qué edición. El mismo error comete al citar autores griegos y latinos. Así: "Diógenes Laercio, I, pp. 27-33" (cuando en realidad se trata de los parágrafos 27-33). O: "Cátulo, Carmina, 90, pp. 3-4" (en vez de los versos 3-4). Aquí, además, el traductor confunde al poeta Cayo Valerio Catulo con Quinto Lutecio Cátulo, autor de epigramas eróticos. Y en la nota 36 de la p. 163 dice: " De rerum natura , V, pp. 1169-1182" (en vez de los versos 1169-1182). Igualmente "Tácito, Germania , pp. 18-20", "Tucídides, I, pp. 90-93 y 135-138", "Esquilo, Agamenón , pp. 208-316" (en vez de versos 208-316). En la nota 7 de la p. 203 el traductor dice que Nietzsche regaló a Wagner un "cuadro" (?) de Durero (cuando en realidad le regaló un grabado). El colmo de la confusión se alcanza en la nota 11 de la p. 433 y en la nota 11 de la p. 485, en las que el traductor cita un libro inexistente: " Correspondencia Goethe-Eckermann ". No sólo cita el inexistente libro, sino también unas inexistentes páginas, aunque, obviamente, no dice de qué edición. Visto lo anterior, puede decirse que el traductor es malo en sus notas.
Traducciones erróneas
En el prólogo se le promete al lector una "traducción fiel" del texto alemán, como si ello fuera algo especial y no, más bien, lo normal y debido. Examinemos esa "traducción fiel". En la p. 65 el texto alemán dice "Ctesias" (médico e historiador griego); el traductor traduce "Cestes" (?). En la p. 65 el texto dice "Protógenes" (pintor griego); el traductor traduce "Protogenia" (?). En la p. 75 el texto dice "Adrasto" (rey de Argos); el traductor traduce "Adrastea" (hija de un rey de Creta). En la p. 75 el texto dice "Tespis" (iniciador de la tragedia griega); el traductor traduce "Tespias" (antigua ciudad de Beocia).
En la p. 73 el traductor traduce la palabra alemana Kostüm ("vestido") por "costumbres". Eso sólo puede deberse a que el traductor no tenía delante el texto alemán, sino alguna traducción francesa o italiana, que diría costume , e ignoraba que en ambos idiomas costume significa, además de "costumbre", también "vestido" o "traje". Algo parecido ocurre en la p. 78. Aquí el texto alemán dice: "Ambas literaturas son dialógicas", pero el traductor traduce: "ambas literaturas son dialectales", error idéntico al que comete la traducción francesa de Gallimard (1977, p. 179).
El texto alemán dice: "para una defensa de la democracia por parte del poder supremo"; el traductor traduce: "para proteger la democracia frente al poder supremo", o sea, lo contrario de lo que Nietzsche dice. El texto alemán dice: "juicios empalidecedores": el traductor traduce: "juicios purgantes" (?). El texto dice: "El Zeus que mata"; el traductor traduce: "El Zeus que muere". El texto dice: "El genio tiene la fuerza de envolver el mundo en una nueva red de ilusiones"; el traductor traduce: "El genio tiene la fuerza de colgarse a sus espaldas el mundo con una nueva red de ilusiones". El texto dice: "Te he sacrificado muchas ovejas negras –de lo cual se quejan las otras ovejas"; el traductor traduce: "te he sacrificado muchas ovejas negras –de qué se quejan las otras ovejas". Hay ocasiones en las que verdaderamente el traductor no sabe de qué está hablando Nietzsche. Así, el texto dice: "[Fui] hacia Ars sur Moselle"; el traductor traduce: "Hacia Ars por el Mosela". El traductor ignora que Ars sur Moselle es el nombre de una población francesa y, sorprendentemente, le organiza a Nietzsche un viaje fluvial por el río Mosela. En la misma página el texto dice: "[Fui] hasta Luneville a altas horas de la noche"; el traductor traduce: "Hasta Luneville noche profunda" (?). También en esa página el texto dice: "perdido ayer un millón, hoy sobre 100.000". Nietzsche está hablando de los gastos de guerra del ejército alemán en la guerra franco-alemana de 1870, en la que él participó como enfermero, y el "millón" es un millón de táleros o de marcos. Pero el traductor traduce: "ayer un millón, hoy sobre 100.000 bajas". Con ello el traductor hace que el ejército francés cause al ejército alemán un millón de muertos o heridos en un solo día, y al día siguiente (¿sería domingo?) "sobre 100.000", lo cual es evidentemente absurdo. ¿Sabrá el traductor cuál fue el contingente total del ejército alemán en aquella lejana guerra? De propósito he excluido de la larga lista de traducciones erróneas, por pura vergüenza ajena, los ejemplos más grotescos. Pero, visto lo anterior, bien puede decirse que el traductor es pésimo en sus traducciones.
Edición no íntegra
En el prólogo de este tomo I se repite mucho (pp. 26, 29, 31, 32) que esta traducción de los fragmentos póstumos tiene "completitud" e "integridad". Sobre esto basta con decir lo siguiente: en este tomo I faltan cien páginas de texto alemán, a saber: los Nachträge , que se encuentran en las pp. 109-203 del Nachbericht (KGW III 5/1). Por otro lado, una masa de fragmentos póstumos como ésta habría requerido, para su mejor manejo, al menos un índice de nombres propios. Pero ni en el tomo I ni en el tomo IV aparece tal índice. Como también falta en ambos la imprescindible bibliografía. El nombre del traductor es Luis Enrique de Santiago Guervós, profesor de filosofía en la Universidad de Málaga (España).
¿Nietzsche antisemita?
No haré una recensión amplia del tomo IV sino una breve alusión, pero en un asunto grave. En la p. 304 Nietzsche habla de sus críticos y dice de ellos que tienen una "impertinencia perruna"; el traductor (que aquí es otro) traduce "impertinencia judía". Ello se debe a que él se basa en el texto falsificado que la antisemita hermana de Nietzsche publicó en sus viejas, desacreditadas ediciones, repetido en la edición moderna no corregida. En p. 364 Nietzsche recomienda a los pesimistas que lean los periódicos y que piensen "en la batalla de Sedán"; se traduce: "en los malos judíos". También esto se debe a que el traductor utiliza un texto no correcto. El correcto se encuentra en la edición Colli-Montinari (KGW IX 6). Me parece intolerable que en 2008 se le atribuyan a Nietzsche falsos antisemitismos. Antisemitismos que él nunca escribió.
A. S. Pascual es traductor de numerosas obras de Nietzsche para la Editorial Alianza.
Nietzsche Básico
Rocken, Alemania (1844-1900). Filósofo, escritor.
Nietzsche estudió filología clásica en las universidades de Bonn y Leipzig en 1864. Luego, en 1869 y con sólo 24 años, dio clases en la Universidad de Basilea hasta que renunció por problemas de salud y obtuvo una pensión. Escribió prodigiosamente desde temprano –"El nacimiento de la tragedia" es de 1872–, pero luego de terminar "El anticristo" a fines de 1888, fue internado como consecuencia de un trastorno mental que nunca superó. Acompañado por su madre y su hermana, murió en 1900 sin tener ningún control sobre su obra, donde se destacan "Humano, demasiado humano" (1878) y "Así habló Zaratustra" (1883-1885)".
Nietzsche en pocas palabras
El arte: para analizar la tragedia griega y develar el significado de los elementos que la componen, Nietzsche parte de las categorías de lo "apolíneo" y lo "dionisíaco". L a primera representa las restricciones formales y las estructuras necesarias para la expresión artística; la segunda encarna las fuerzas caóticas del devenir, que deberán ser controladas y sublimadas para permitir el legado de la Grecia clásica.
El superhombre: se refiere a una potencialidad, a una capacidad del hombre para generar un sistema propio de valores y creencias que le permitan dar sentido al universo y, así, salir de la esclavitud a la que se encuentra sometido, fundamentalmente por su apego a la religión y a los postulados metafísicos anticuados. En este sentido se opone al cristianismo y propugna la "muerte de Dios". Luego, con la maduración de su pensamiento, esta potencia fue pensada con respecto al cosmos, en donde toda vida, toda identidad, es producto de relaciones de fuerza.
La voluntad de poder está presente en todo ser viviente, aunque puede adoptar distintas formas, que van desde el deseo tiránico del control sobre los otros a la voluntad de autonegación y autodisciplina del asceta, que intenta sojuzgar las demandas de su cuerpo.
Crítica al racionalismo: el intento de eliminar las mitologías precientíficas entraña la creación de una nueva estructura mitológica. Esta idea está detrás de la crítica a la razón occidental esgrimida por la Escuela de Francfort.
Influencia posterior: estas ideas influyeron decisivamente sobre los posestructuralistas. Para Foucault, por ejemplo, el saber no está compuesto por un corpus de teorías neutras, sino que un tipo de saber es legitimado de acuerdo al poder que lo sustente. Nietzsche, recuerda Foucault, rechaza la idea de origen y postula "la invención de un origen" en el conocimiento y en la historia o la religión. E s justamente la búsqueda de un origen de la religión –sentimiento metafísico que estaría presente en todos los hombres– lo que le cuestionó Nietzsche a Schopenhauer, una de sus influencias más tempranas, lo mismo que el músico Richard Wagner.
El superhombre: se refiere a una potencialidad, a una capacidad del hombre para generar un sistema propio de valores y creencias que le permitan dar sentido al universo y, así, salir de la esclavitud a la que se encuentra sometido, fundamentalmente por su apego a la religión y a los postulados metafísicos anticuados. En este sentido se opone al cristianismo y propugna la "muerte de Dios". Luego, con la maduración de su pensamiento, esta potencia fue pensada con respecto al cosmos, en donde toda vida, toda identidad, es producto de relaciones de fuerza.
La voluntad de poder está presente en todo ser viviente, aunque puede adoptar distintas formas, que van desde el deseo tiránico del control sobre los otros a la voluntad de autonegación y autodisciplina del asceta, que intenta sojuzgar las demandas de su cuerpo.
Crítica al racionalismo: el intento de eliminar las mitologías precientíficas entraña la creación de una nueva estructura mitológica. Esta idea está detrás de la crítica a la razón occidental esgrimida por la Escuela de Francfort.
Influencia posterior: estas ideas influyeron decisivamente sobre los posestructuralistas. Para Foucault, por ejemplo, el saber no está compuesto por un corpus de teorías neutras, sino que un tipo de saber es legitimado de acuerdo al poder que lo sustente. Nietzsche, recuerda Foucault, rechaza la idea de origen y postula "la invención de un origen" en el conocimiento y en la historia o la religión. E s justamente la búsqueda de un origen de la religión –sentimiento metafísico que estaría presente en todos los hombres– lo que le cuestionó Nietzsche a Schopenhauer, una de sus influencias más tempranas, lo mismo que el músico Richard Wagner.
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