Arte: Rayuelas y saxos para Cortázar
Bajo el título de Rayuelarte: arte para jugar, la artista plástica Marta Minujín montará este sábado una mega instalación de más de 100 rayuelas sobre la Avenida 9 de Julio, una de las arterias más emblemáticas de la ciudad de Buenos Aires, en el marco de los homenajes a Julio Cortázar en el 25° aniversario de su muerte.
La instalación Rayuelarte: arte para jugar de marta Minujín tendrá lugar el sábado 21 de marzo. El predio en el que se va a jugar va a estar compuesto por tres carriles de la avenida 9 de Julio –Carlos Pellegrini y los dos carriles centrales–, entre las calles Bartolomé Mitre y Juan Domingo Perón.
"La directora general del Libro y Promoción de la Lectura de la Ciudad de Buenos Aires, Alejandra Ramírez, me dijo que querían que hiciera alguna actividad en homenaje a Julio Cortázar –contó Minujin– Le propuse que hiciéramos rayuelas con las que la gente pudiera jugar en el medio de la Avenida 9 de Julio. Elegí ese lugar porque me parece que es muy significativo cortar unas cuadras de la 9 de Julio simplemente para jugar y homenajear a Cortázar".
A las 17 hs. se van a pegar con tela vinílica las rayuelas de ocho metros de largo por dos de ancho que van a ser utilizadas en el juego. La gente va a comenzar a jugar en el predio a partir de las 18 hs.
Durante toda esa hora que dure el juego, un grupo de saxofonistas van a tocar una melodía inspirada en la obra de Charlie Parker, el genial músico al que Cortázar le brindó un tributo en el cuento El perseguidor. La convocatoria está abierta a todos los saxofonistas que quieran participar de forma voluntaria.
Cuatro "Marta Minujín" con megáfonos van a dirigir el juego. Es decir, cuatro personas vestidas con una indumentaria, accesorios, peluca y anteojos similares a los de la artista. La gente va a ingresar en grupos de doce y va a empezar a jugar con una piedra mágica diseñada por ella especialmente para la ocasión. Si ganan, pasarán a la siguiente rayuela y así. Quienes logren completar las doce rayuelas, ganarán una de las piedras diseñadas, firmadas por Minujín.
Para participar las personas deberán llevar un libro, un poema o el nombre de Cortázar escrito en una hoja de papel. El ejemplar quedará en poder de su dueño, sólo funcionará como la contraseña necesaria para poder jugar a la rayuela. Se calcula que entre 500 y 600 personas podrán participar del juego. Las rayuelas serán donadas luego a las escuelas y bibliotecas municipales.
"Rayuelarte es una unión de poesía, juego, artes visuales y música. Apunta a despertar la energía creadora que todos tenemos dentro, a alimentar el espíritu y la mente de la gente. Servirá para que quienes no lo sepan, conozcan cómo es el juego de la rayuela y quién es Julio Cortázar. Va a ser un acto poético, para mostrar que en la Argentina no somos tan materialistas", dijo la artista.
"La directora general del Libro y Promoción de la Lectura de la Ciudad de Buenos Aires, Alejandra Ramírez, me dijo que querían que hiciera alguna actividad en homenaje a Julio Cortázar –contó Minujin– Le propuse que hiciéramos rayuelas con las que la gente pudiera jugar en el medio de la Avenida 9 de Julio. Elegí ese lugar porque me parece que es muy significativo cortar unas cuadras de la 9 de Julio simplemente para jugar y homenajear a Cortázar".
A las 17 hs. se van a pegar con tela vinílica las rayuelas de ocho metros de largo por dos de ancho que van a ser utilizadas en el juego. La gente va a comenzar a jugar en el predio a partir de las 18 hs.
Durante toda esa hora que dure el juego, un grupo de saxofonistas van a tocar una melodía inspirada en la obra de Charlie Parker, el genial músico al que Cortázar le brindó un tributo en el cuento El perseguidor. La convocatoria está abierta a todos los saxofonistas que quieran participar de forma voluntaria.
Cuatro "Marta Minujín" con megáfonos van a dirigir el juego. Es decir, cuatro personas vestidas con una indumentaria, accesorios, peluca y anteojos similares a los de la artista. La gente va a ingresar en grupos de doce y va a empezar a jugar con una piedra mágica diseñada por ella especialmente para la ocasión. Si ganan, pasarán a la siguiente rayuela y así. Quienes logren completar las doce rayuelas, ganarán una de las piedras diseñadas, firmadas por Minujín.
Para participar las personas deberán llevar un libro, un poema o el nombre de Cortázar escrito en una hoja de papel. El ejemplar quedará en poder de su dueño, sólo funcionará como la contraseña necesaria para poder jugar a la rayuela. Se calcula que entre 500 y 600 personas podrán participar del juego. Las rayuelas serán donadas luego a las escuelas y bibliotecas municipales.
"Rayuelarte es una unión de poesía, juego, artes visuales y música. Apunta a despertar la energía creadora que todos tenemos dentro, a alimentar el espíritu y la mente de la gente. Servirá para que quienes no lo sepan, conozcan cómo es el juego de la rayuela y quién es Julio Cortázar. Va a ser un acto poético, para mostrar que en la Argentina no somos tan materialistas", dijo la artista.
Minujín Básico
Buenos Aires, 1943. Artista plástica
Marta Minujín es una de las exponentes clave del arte argentino contemporáneo. Su obra obtuvo de forma temprana elogios entre los críticos argentinos. Tras un resonante paso por París, en 1964 ganó el Premio Nacional del Instituto Torcuato Di Tella con su instalación Revuélquese y Viva. Su popularidad se consolidó en los años siguientes con obras como La Menesunda y El Batacazo. En 1966 obtuvo la Beca Guggenheim y se trasladó a Nueva York, donde entró en contacto con la vanguardia norteamericana. En los 70 fue reconocida por sus monumentales obras consumibles, como El Obelisco de Pan Dulce y La Torre de James Joyce en Pan, que realizó en Irlanda. En 1985, Minujin pagó la deuda externa argentina al artista norteamericano Andy Warhol con mazorcas de maíz, el "oro americano", en una acción simbólica realizada en Nueva York. Su obra actual se reparte entre la escultura y los eventos de grandes dimensiones.
Marta Minujín es una de las exponentes clave del arte argentino contemporáneo. Su obra obtuvo de forma temprana elogios entre los críticos argentinos. Tras un resonante paso por París, en 1964 ganó el Premio Nacional del Instituto Torcuato Di Tella con su instalación Revuélquese y Viva. Su popularidad se consolidó en los años siguientes con obras como La Menesunda y El Batacazo. En 1966 obtuvo la Beca Guggenheim y se trasladó a Nueva York, donde entró en contacto con la vanguardia norteamericana. En los 70 fue reconocida por sus monumentales obras consumibles, como El Obelisco de Pan Dulce y La Torre de James Joyce en Pan, que realizó en Irlanda. En 1985, Minujin pagó la deuda externa argentina al artista norteamericano Andy Warhol con mazorcas de maíz, el "oro americano", en una acción simbólica realizada en Nueva York. Su obra actual se reparte entre la escultura y los eventos de grandes dimensiones.
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