Cultura: Milan Kundera celebrará sus 80 años en su refugio de París
Nacido en Brno (República Checa) en 1929 y afincado en París desde 1975, este autor estuvo, muy a su pesar, en el centro de la polémica a finales del año pasado, cuando fue acusado en su país de origen de haber traicionado a un opositor al régimen y entregarlo a la policía estatal comunista.
EFE
El escritor checo Milan Kundera cumple este miércoles, 1 de abril, sus 80 años en París, en medio de la abstinencia mediática que le caracteriza y que le ha llevado a no conceder ninguna entrevista desde hace dos décadas.
En ese momento, decidió pronunciarse discretamente con un comunicado en el que calificó de "puras mentiras" las acusaciones que publicó la revista checa "Respekt" y que fueron divulgadas por la prensa internacional.
Al margen de este episodio, desde que se exilió en Francia Kundera lleva una vida muy discreta en su casa del centro de París.
Con una clara estrategia que da prioridad a la abstención de declaraciones, el autor de La insoportable levedad del ser sigue huyendo de las portadas de la prensa para proteger su obra.
Los placeres de Kundera son la música, la lectura-escritura, las amistades escogidas, la observación divertida de un mundo desfigurado por lo "kitsch" (concepto recurrente en su obra) y un almuerzo con su esposa Vera en una mesa discreta de un restaurante de su barrio.
Su padre, musicólogo, le enseñó a tocar el piano, conocimientos que le sirvieron para ganarse la vida como pianista de jazz, hasta que entró en la universidad de Praga para estudiar en la facultad de Literatura, que abandonó por la de Cine.
En 1948, se afilió al Partido Comunista, del que fue expulsado dos años más tarde por haberse mostrado demasiado individualista. Se reintegró en 1956, pero fue expulsado definitivamente en 1970.
Fue uno de los principales activistas de la Primavera de Praga de 1968, lo que le obligó a abandonar su país.
Comenzó a redactar sus libros en francés, además de enseñar literatura comparada en la Universidad de Rennes, y más tarde en la École des Hautes Études de París.
Su obra La vida está en otra parte obtuvo el Premio Médicis a la mejor novela extranjera publicada en Francia durante el año de su aparición en 1973 y también recibió el galardón de la crítica de la Academia francesa por su ensayo El arte de la novela en 1987.
En el exilio, Kundera se convirtió en un crítico mordaz del comunismo, por lo que sus libros fueron prohibidos en República Checa, mientras que en Francia se situaron entre los más vendidos.
Con una intensa relación de amor-odio con la crítica francesa, mostró su disconformidad con sus detractores con la publicación en 2000 de su novela La ignorancia primero en español, italiano, inglés y alemán, y tres años más tarde en francés.
Su última novela Un encuentro, publicada en Francia este año, es una colección de treinta artículos que se acerca a los registros ya explorados por Los testamentos traicionados y El arte de la novela.
En ese momento, decidió pronunciarse discretamente con un comunicado en el que calificó de "puras mentiras" las acusaciones que publicó la revista checa "Respekt" y que fueron divulgadas por la prensa internacional.
Al margen de este episodio, desde que se exilió en Francia Kundera lleva una vida muy discreta en su casa del centro de París.
Con una clara estrategia que da prioridad a la abstención de declaraciones, el autor de La insoportable levedad del ser sigue huyendo de las portadas de la prensa para proteger su obra.
Los placeres de Kundera son la música, la lectura-escritura, las amistades escogidas, la observación divertida de un mundo desfigurado por lo "kitsch" (concepto recurrente en su obra) y un almuerzo con su esposa Vera en una mesa discreta de un restaurante de su barrio.
Su padre, musicólogo, le enseñó a tocar el piano, conocimientos que le sirvieron para ganarse la vida como pianista de jazz, hasta que entró en la universidad de Praga para estudiar en la facultad de Literatura, que abandonó por la de Cine.
En 1948, se afilió al Partido Comunista, del que fue expulsado dos años más tarde por haberse mostrado demasiado individualista. Se reintegró en 1956, pero fue expulsado definitivamente en 1970.
Fue uno de los principales activistas de la Primavera de Praga de 1968, lo que le obligó a abandonar su país.
Comenzó a redactar sus libros en francés, además de enseñar literatura comparada en la Universidad de Rennes, y más tarde en la École des Hautes Études de París.
Su obra La vida está en otra parte obtuvo el Premio Médicis a la mejor novela extranjera publicada en Francia durante el año de su aparición en 1973 y también recibió el galardón de la crítica de la Academia francesa por su ensayo El arte de la novela en 1987.
En el exilio, Kundera se convirtió en un crítico mordaz del comunismo, por lo que sus libros fueron prohibidos en República Checa, mientras que en Francia se situaron entre los más vendidos.
Con una intensa relación de amor-odio con la crítica francesa, mostró su disconformidad con sus detractores con la publicación en 2000 de su novela La ignorancia primero en español, italiano, inglés y alemán, y tres años más tarde en francés.
Su última novela Un encuentro, publicada en Francia este año, es una colección de treinta artículos que se acerca a los registros ya explorados por Los testamentos traicionados y El arte de la novela.
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