Arqueología: Perú, siglo I

Descubierta una tumba mochica de 2.000 años de antigüedad en la zona donde se halló al Señor de Sipán

YUMA GÓMEZ-CORNEJO - Madrid - 31/08/2009

Un nuevo hallazgo arqueológico dará luz sobre los albores de la cultura mochica, una de las más importantes del Perú prehispánico, que se desarrolló en gran parte de la costa del país suramericano entre los siglos I y VI después de Cristo, mil años antes de que aparecieran los incas. Un equipo de investigadores, encabezado por el arqueólogo peruano Luis Chero Zurita, presentó la semana pasada el descubrimiento de la tumba de un noble guerrero mochica en un yacimiento al norte del país. Se encuentra en el complejo arqueológico de Huaca Rajada-Sipán, donde en 1987 fue hallada la tumba del Señor de Sipán, el primer enterramiento de un noble precolombino hallado intacto en Perú.

Hasta el momento, los investigadores de la Unidad Ejecutora Naylamp, que trabajan en una húmeda excavación a 11 metros de profundidad, sólo han descubierto parcialmente la tumba, pero ya han adelantado que se trata de una de las sepulturas más antiguas halladas en la zona, en la región costera de Lambayeque y que probablemente pertenece a un noble guerrero de la etapa fundacional de la dinastía de Sipán. Los investigadores esperan comprobar con este hallazgo la hipótesis de que Huaca Rajada fue desde sus antiguos orígenes un gran centro ceremonial de los mochicas.

El personaje hallado, que fue enterrado con la cabeza orientada al este, medía 1,65 centímetros de estatura y murió cuando tenía cerca de treinta años. Los arqueólogos han hallado un tocado decorado con la cabeza de un felino y unas figuras de barro con forma de búho, que presuntamente representan la sabiduría y que fueron colocadas en el sepulcro como ofrenda fúnebre. Estas figuras demuestran que "Sipán desarrolló una cerámica de buen acabado en sus inicios", explica Luis Chero, director del museo de Huaca Rajada-Sipán.

En declaraciones a Reuters, Chero señala que ya han podido apreciar partes de las extremidades superiores e inferiores y de la columna del guerrero, aunque aún no pueden definir su cráneo, "porque justamente es ahí donde tiene la corona, [lo que] significa que es un personaje de estatus". "Estamos en los primeros niveles, todavía nos falta seguir excavando, no sé qué sorpresa nos deparará", añadió.

Según el arqueólogo, tras el proceso de restauración de las osamentas y ornamentos, el personaje descansará en el museo del complejo arqueológico.

El hallazgo de la tumba del Señor de Sipán, que fue enterrado en el siglo II después de Cristo, fue comparado por los expertos con el descubrimiento de la tumba de Tutankamón. Por primera vez se encontraba una tumba completa, que no había sido profanada por los buscadores de tesoros, lo que permitió a los investigadores estudiar los rituales de enterramiento de la cultura mochica.

Lo que encontraron fue fascinante. El cuerpo del gobernante, cubierto con piezas de oro, estaba flanqueado por los de otros dos jefes. A la cabecera y a los pies, dos esqueletos femeninos, que según los investigadores podrían ser los de su esposa y su concubina, y el de un perro. Dos guardianes con los pies cortados, para que no huyeran, protegían la tumba. Todos fueron sacrificados, probablemente con veneno, tras la muerte de este noble, y enterrados junto a él en tres recintos piramidales.

El nombre de Sipán, elegido por los arqueólogos para bautizar al gobernante por el lugar en el que fue descubierta su tumba, procede del idioma de la cultura mochica, que aún se habla en algunas aldeas, y los expertos afirman que significa "casa o templo de la Luna" o "casa de los señores". Desde 1987 se han hallado otras tumbas en el yacimiento, repletas de objetos de oro y multitud de piezas de cerámica que reproducen todo tipo de situaciones cotidianas en esa cultura.

http://www.elpais.com/articulo/cultura/Peru/siglo/I/elpepucul/20090831elpepucul_4/Tes

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