Tecnología: Pioneros de la era digital
Charles Babbage (1791-1871) es conocido como el "padre de la computación". Pero una colega científica, Augusta Ada King, condesa de Lovelace e hija del poeta Lord Byron, fue la primera programadora.
POR JOHN MARKOFF - The New York Times
Algunos investigadores en Gran Bretaña están a punto de embarcarse en un proyecto multimillonario, de 10 años, para construir una computadora, pero su meta no es la impactante capacidad analítica ni la velocidad de rayo.
Lo que su computadora quizá sí logre hacer es responder un interrogante que ha atormentado a los historiadores por décadas: ¿Concibió un excéntrico matemático llamado Charles Babbage la primera computadora programable en los años 30 del siglo XIX, un siglo antes de que Alan Turing pusiera en funcionamiento la idea en su forma moderna? La máquina en las mesas de dibujo en el Museo de Ciencias, en Londres, es la Máquina Analítica Babbage, un monstruo gigante del tamaño de una habitación que usa engranajes metálicos y una versión primitiva de la tarjeta perforada de IBM.
Su inventor nunca la construyó.
Los planos sobrevivientes de Babbage para la Máquina Analítica ya han sido digitalizados.
Sin embargo, los retos para construirla son abrumadores.
La Máquina Analítica era una obra en construcción, ya que Babbage continuamente perfeccionaba su idea en una serie de planos. Como consecuencia, la esperanza es "expresar" el análisis de lo que debería construirse; los planos serán subidos online el próximo año y se invitará al público a ofrecer sugerencias.
La idea fue propuesta, el año pasado, por John Graham-Cumming, un programador que sugirió un proyecto de tres pasos en el que primero se tomaría una decisión sobre en cuál plano enfocarse, luego se crearía una simulación de computadora tridimensional y finalmente se construiría la máquina.
"Espero que las futuras generaciones de científicos que se paren ante la Máquina Analítica terminada, piensen en Babbage y se inspiren para trabajar en sus propias propuestas para que se concreten en los próximos 100 años", escribió.
Babbage, quien vivió de 1791 a 1871, es merecidamente conocido como el "padre de la computación". Pero no sería sino una colega científica, Augusta Ada King, condesa de Lovelace, la que entendería perfectamente que los inventos del científico eran más que simplemente herramientas para tabular automáticamente logaritmos y funciones trigonométricas.
Lovelace (hija del poeta Lord Byron) reconoció que la Máquina Analítica podría ser una máquina de medios más generalizada, capaz de hacer música y manipular símbolos. Y 113 años antes que John McCarthy acuñara el término "inteligencia artificial", Lovelace consideró, y luego rechazó, la idea de que las computadoras podían mostrar creatividad o incluso pensamiento.
Lovelace es conocida como la primera programadora, porque diseñó un programa para la máquina sin construir. El algoritmo aparece en una serie de anotaciones escritas por Lovelace después de que un amigo de Babbage le pidió que tradujera una reseña de un profesor italiano sobre una conferencia que Babbage había ofrecido en la Universidad de Turín.
Los apuntes de Lovelace son notables tanto por su algoritmo para calcular la secuencia conocida como números de Bernoulli como por lo que llegaría a conocerse como "la objeción de Lovelace".
Predijo que la computadora de Babbage no originaría nada, sino que más bien sólo podía hacer lo que se le instruyera. La implicación era que las máquinas no serían creativas y, por lo tanto, no serían inteligentes.
El consenso de los historiadores computacionales es que aunque Babbage fue el primero en concebir la máquina flexible que presagiaba a la computadora moderna, su trabajo fue olvidado y luego fue conceptualmente recreado por Turing un siglo después.
Lovelace fue la primera en entender el significado de las computadoras programables.
Sus apuntes, firmados con sus iniciales porque en esa época no se consideraba que las mujeres fueran autoras, le daban al lector un claro sentido del potencial más amplio de la computación moderna.
Los líderes del nuevo proyecto argumentan que el primer salto conceptual fue el de Lovelace. "El verdadero triunfo intelectual de Lovelace es pasado por alto por la mayoría de la gente", señaló Graham-Cumming.
Como ella lo expresó: "Sería un error suponer que debido a que sus resultados se dan en la notación de una ciencia más restringida, sus procesos están, por ende, restringidos a los de esa ciencia".
Lo que su computadora quizá sí logre hacer es responder un interrogante que ha atormentado a los historiadores por décadas: ¿Concibió un excéntrico matemático llamado Charles Babbage la primera computadora programable en los años 30 del siglo XIX, un siglo antes de que Alan Turing pusiera en funcionamiento la idea en su forma moderna? La máquina en las mesas de dibujo en el Museo de Ciencias, en Londres, es la Máquina Analítica Babbage, un monstruo gigante del tamaño de una habitación que usa engranajes metálicos y una versión primitiva de la tarjeta perforada de IBM.
Su inventor nunca la construyó.
Los planos sobrevivientes de Babbage para la Máquina Analítica ya han sido digitalizados.
Sin embargo, los retos para construirla son abrumadores.
La Máquina Analítica era una obra en construcción, ya que Babbage continuamente perfeccionaba su idea en una serie de planos. Como consecuencia, la esperanza es "expresar" el análisis de lo que debería construirse; los planos serán subidos online el próximo año y se invitará al público a ofrecer sugerencias.
La idea fue propuesta, el año pasado, por John Graham-Cumming, un programador que sugirió un proyecto de tres pasos en el que primero se tomaría una decisión sobre en cuál plano enfocarse, luego se crearía una simulación de computadora tridimensional y finalmente se construiría la máquina.
"Espero que las futuras generaciones de científicos que se paren ante la Máquina Analítica terminada, piensen en Babbage y se inspiren para trabajar en sus propias propuestas para que se concreten en los próximos 100 años", escribió.
Babbage, quien vivió de 1791 a 1871, es merecidamente conocido como el "padre de la computación". Pero no sería sino una colega científica, Augusta Ada King, condesa de Lovelace, la que entendería perfectamente que los inventos del científico eran más que simplemente herramientas para tabular automáticamente logaritmos y funciones trigonométricas.
Lovelace (hija del poeta Lord Byron) reconoció que la Máquina Analítica podría ser una máquina de medios más generalizada, capaz de hacer música y manipular símbolos. Y 113 años antes que John McCarthy acuñara el término "inteligencia artificial", Lovelace consideró, y luego rechazó, la idea de que las computadoras podían mostrar creatividad o incluso pensamiento.
Lovelace es conocida como la primera programadora, porque diseñó un programa para la máquina sin construir. El algoritmo aparece en una serie de anotaciones escritas por Lovelace después de que un amigo de Babbage le pidió que tradujera una reseña de un profesor italiano sobre una conferencia que Babbage había ofrecido en la Universidad de Turín.
Los apuntes de Lovelace son notables tanto por su algoritmo para calcular la secuencia conocida como números de Bernoulli como por lo que llegaría a conocerse como "la objeción de Lovelace".
Predijo que la computadora de Babbage no originaría nada, sino que más bien sólo podía hacer lo que se le instruyera. La implicación era que las máquinas no serían creativas y, por lo tanto, no serían inteligentes.
El consenso de los historiadores computacionales es que aunque Babbage fue el primero en concebir la máquina flexible que presagiaba a la computadora moderna, su trabajo fue olvidado y luego fue conceptualmente recreado por Turing un siglo después.
Lovelace fue la primera en entender el significado de las computadoras programables.
Sus apuntes, firmados con sus iniciales porque en esa época no se consideraba que las mujeres fueran autoras, le daban al lector un claro sentido del potencial más amplio de la computación moderna.
Los líderes del nuevo proyecto argumentan que el primer salto conceptual fue el de Lovelace. "El verdadero triunfo intelectual de Lovelace es pasado por alto por la mayoría de la gente", señaló Graham-Cumming.
Como ella lo expresó: "Sería un error suponer que debido a que sus resultados se dan en la notación de una ciencia más restringida, sus procesos están, por ende, restringidos a los de esa ciencia".
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